La serpiente que se muerde la cola
El Ouroboros es la serpiente o el dragón que se muerde la cola. Alegoría de que todo arranca y termina en el mismo punto, para después volver a comenzar. Nacer, morir y luego renacer. Imagen que utilicé en la portada de dos de mis libros publicados: La Hermandad de Doña Blanca y Simbología.
«La figura del Ouroboros representa que todo arranca y termina en el mismo punto, para después volver a comenzar. Nacer, morir y luego renacer». Share on X
Figura usada por los alquimistas para reflejar la concepción circular. Debido a que el círculo es el símil del tiempo que no tiene principio ni fin, encarnación de lo divino. El Tao, conformado por el yin y el yang en el taoísmo. Según los cristianos, se parte de Dios y se vuelve a él. En definitiva, la Alfa y la Omega que señala la Biblia en el Apocalipsis. El Uno de los neoplatónicos. A saber, la unidad se dispersa y acaba por reunificarse. Por tanto, principio y fin convergen en un mismo punto. Todo empieza, culmina y una vez más germina, en un ciclo sin fin. Naturaleza cíclica presente en las estaciones, en la salida y puesta del sol o la luna.
«El círculo es el símil del tiempo que no tiene principio ni fin, encarnación de lo divino». Share on X
El Ouroboros en las diferentes culturas
El Ouroboros se puede contemplar en el Antiguo Egipto, hay constancia de este dibujo en un jeroglífico de la pirámide de Unis. Por su parte, los griegos lo encarnaron en el mito de Sísifo. Es más, el término Ouroboros proviene de una palabra griega que significa precisamente «serpiente que se come su propia cola». Sísifo era un personaje condenado a empujar una piedra hacia la cima de una montaña. No obstante, antes de alcanzar la cúspide el objeto rodaba hacia abajo y Sísifo debía iniciar nuevamente el proceso, así eternamente.
También se pueden encontrar reminiscencias del Ouroboros en los mitos nórdicos. En concreto, la leyenda de la serpiente del fin del mundo o Jörmundgander. Serpiente arrojada al mar por los dioses y que creció tanto que es capaz, si se muerde la cola, de rodear al planeta entero con su cuerpo. Aguas en las que permanecerá hasta que llegue la destrucción total. No obstante, tras la aparente victoria de Jörmundgander cuenta la profecía que la vida se volverá a abrir paso y la luz disipará las tinieblas. Un nuevo renacer donde los seres humanos serán más justos.
La meta es cumplir el propósito vital
Asimismo, el Ouroboros sería equivalente al Samsara del budismo: nacimiento, muerte y reencarnación. Sucesión que se repite hasta que se logre cumplir el propósito vital y se consiga la unidad con el Principio Creador. La individuación, meta a la que según el psicólogo suizo Carl Gustav Jung debía llegar el sujeto.
El símbolo del Ouroboros –
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Ibiza Melián