Capítulo V: Una economía con pies de barro

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La estación estaba en silencio. Alcanzando sólo a escuchar el repiqueteo de la lluvia al caer sobre el suelo. Libertad permanecía de pie, ausente, incapaz de articular palabra. Quizás albergando aún la esperanza de que aquello fuese un sueño del que pronto se despertaría. Pero no, Luis nos dijo adiós ese mismo domingo, en una tarde gris de Septiembre. Quedando Matahambre tras su marcha cada vez más triste, vacío y frío.

Ya en el coche, mientras nos dirigíamos hacia la casa de mi padre, pues esa noche teníamos cena familiar, irrumpió a llorar desconsoladamente. Culpándose de lo ocurrido y preguntándose si no podía comportarse como los demás. Era tan simple como callarse y mirar para otro lado. Transformarse en un ser carente de empatía, ajeno a las injusticias y capaz de relegar al olvido la verdad. Total a quién le podría importar la cruda realidad.

El olor de las migas llegaba hasta la puerta. Servidas en una reluciente cacerola colocada sobre la mesa. Durante gran parte de la velada nos limitamos a contemplarlas cabizbajos, atados con los lazos de nuestros profundos pensamientos a las sillas. Mirando con ojos aguados tan legendario plato de nuestra gastronomía tradicional. Era como si un ángel hubiese pasado en esos momentos. O así lo define al menos la creencia popular a este insólito hecho acaecido en el seno de la familia Gutiérrez, caracterizada por su habitual locuacidad. Llevándose con él los ruidos y quejidos de este mundo terrenal.

Fue mi tío Juan, el abogado jubilado del Estado, padre de Libertad, el que fuera esposo de la única y difunta hermana de mi padre, Clara se llamaba, quien se aventuró a romper el hielo. Conversando al respecto de la situación de la economía nacional.

Y es que España ya se acerca al 20% de paro. Hay quien vaticina  incluso que superará el 22% en no demasiado tiempo. Por si esto fuera poco, aseveran que será a partir del 2013 cuando factiblemente comencemos a crecer a un ritmo del 2%. Lo que significaría que atendiendo a lo ocurrido en otras épocas, será en ese instante, y no antes, cuando se empiecen a crear nuevos empleos. Restando por delante un duro periodo de no saber lo que va a pasar, dominado por la incertidumbre de si a ti también te podrá tocar. Verte con una carta de despido en la mano después de tantos años trabajados.

Ostentando nuestro Estado el pésimo record de poseer el mayor número de “mileuristas”. Puesto que el 63% de la población activa cobra menos de 1000€. Cuando el promedio en los países europeos como Francia, Gran Bretaña, Bélgica y Holanda se mantiene en el 15%. Si bien ya auguran los entendidos que dichos contratados a “ochocientosuristas” pronto serán degradados.

Una economía cual barco que pareciera que navega desorientado. No transmitiendo su timoneo la seguridad y confianza requeridas. Propiedades indispensables para reactivarla mediante el empuje de la actividad empresarial y el consumo. Pilares fundamentales sobre los que se sustenta la riqueza en cualquier lugar del mundo. Y es que si resulta más fácil abrir un negocio en Zimbabue que en España, escasa credibilidad al inversor emitimos. Lo que merma nuestra competitividad y capacidad de reacción ante un eventual ciclón como el que atravesamos hoy.

Los rumores se disparan, informando los medios de comunicación de múltiples versiones provenientes del Ejecutivo. Supuestas divisiones internas filtradas que se apresuran a desmentir acto seguido de ser publicadas. Abandono de la política de legendarios ex-ministros. Aderezándolo además con dispares opiniones de las reformas que pretenden implantar.

Si bien la futura subida de impuestos es lo que al ciudadano de a pie más le preocupa. Primero porque van a tocar los indirectos, es decir los menos equitativos. Cuyo desembolso se hará no atendiendo a la capacidad de tributación de cada cual. A nadie le preguntan cuando va a pagar una barra de pan, si su nómina es de 1000 ó 3000€.  Por lo tanto con un alza de dos puntos del IVA de seguro que nuestro bolsillo, ya de por sí exiguo, se resentirá. Amén de las nefastas consecuencias que al sector comercial esta medida le podrá acarrear, y más tal como está.

Y de los hidrocarburos tampoco nos olvidamos. A veces pareciera que desconocemos que los medios de locomoción se mueven con combustibles. Imprescindibles para transportar las mercancías también de primera necesidad. Con lo que la cesta de la compra inevitablemente se encarecerá unos cuentos céntimos más.

Por otro lado el Banco Central Europeo amaga en el 2010 con incrementar el  Euribor, mayormente debido al buen funcionamiento de otros países que se encuentran dentro de la zona euro. Buscando con ello evitar que se repita un nuevo ciclo de inflación, recesión, deflación. Si este hecho se llegase a producir, aquel que tenga una hipoteca firmada se encontrará inmerso una vez más en una renovada pesadilla como la de años atrás. Ya que la diferencia entre los sueldos que se perciben y la cantidad del recibo a abonar a la entidad  financiera correspondiente, consumará la peor fatalidad, que muchos finalmente pierdan su vivienda habitual.

Por cierto, ¿quién era el que afirmaba que el IRPF no se tocaría? Quizás no el gobierno central. ¿Pero y los regionales? ¿Estamos verdaderamente convencidos de que no lo harán, mostrando déficits tan elevados como los actuales?

Si el recuerdo de Luis nos hizo meditar, lo comentado comiendo aún lo empeoró más. Nuevamente esa noche al irme a la cama transité entre la vigilia y las lúgubres imágenes que se escondían en los recovecos de mi subconsciente, arropadas por la efímera somnolencia que se apoderaba de mí en la sepulcral nocturnidad. Silbándome al oído de que algo pésimo aún quedaba por llegar.

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