Ensayo novelado que trata de rastrear las raíces de la plena libertad desde el sustrato más ancestral. Fiel reflejo del axioma de José Ortega y Gasset: «Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo a mí mismo». Historia que se entreteje a través de la aciaga existencia de doña Blanca de Borbón, monarca española asesinada por orden de su esposo, don Pedro I de Castilla, en 1361. Relato que invoca la necesidad de liberar a la dolorida España de los condicionantes políticos, económicos y religiosos que durante siglos la han mantenido en tinieblas. Sometida a todo tipo de dogmas. Mientras, los próceres de cada época han tergiversado la realidad para proseguir por el pueblo legitimados.
Documento que busca demostrar cómo el objetivo de la existencia de toda persona es lograr la plena libertad. Texto que aboga por una visión gnóstica de la espiritualidad, salpicada de retazos de sapiencia hermética que se pueden encontrar en los movimientos masónicos o rosacruces. Además alude al noble arte de la alquimia, capaz de transformar los burdos metales en los de mayor pureza. En línea con la tan en boga psicología transpersonal.
Narración que pretende infundir en el lector la imperiosa necesidad de retornar a su naturaleza más profunda. Porque sólo cambiando lo de adentro se puede mutar lo de afuera. Donde nace el germen que se irá irradiando poco a poco a lo que nos rodea. Para extenderse como las ondas provocadas por una pequeña piedra al rozar las aguas cristalinas. Única opción para regenerar el alma española.
Porque España necesita una Gran Reforma si ambicionamos a la añorada Tercera España llegar. Aquella que para Salvador de Madariaga era la de la libertad, la integración y el progreso. Aquella en la que se encuentran los que no se consideran de ningún extremo y suspiran por un centro reformador.
Sinopsis novela «La Hermandad de Doña Blanca» –
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Ibiza Melián