Capítulo VII: Sorolla regresa con honores a Valencia

Toqué, pero nadie me abrió. Empujé la puerta y la vi…

Capítulo VI: Las facturas municipales

El camión de limpieza del ayuntamiento lavaba lentamente las calles del…

Capítulo V: Una economía con pies de barro

La estación estaba en silencio. Alcanzando sólo a escuchar el repiqueteo…

Capítulo IV: El pueblo lentamente se quedaba vacío

La tetera comenzó a silbar, avisándome de que el té estaba…

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