Carl Gustav Jung, arquetipo del pensamiento creativo

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El prestigioso psiquiatra y psicólogo suizo Carl Gustav Jung (1875-1961) es considerado como una de las mentes más eminentes del siglo XX. Aunque cercano a Freud inicialmente, sus caminos se separarían con posterioridad. Jung discreparía con el padre del psicoanálisis respecto al «concepto de líbido» y se decantaría por lo que él calificó como «inconsciente colectivo»[1].

Durante años se dedicó a auscultar los símbolos radicados en lo más profundo de la mente humana. Arquetipos que aparecen en disparidad de culturas y sobre los que los ancestrales alquimistas desarrollaron un amplio trabajo. Imágenes que se reflejan igualmente en las místicas cartas del tarot.

Su abuelo paterno fue masón, movimiento al que llegaría a adscribirse también Jung y del que ostentaría el grado de maestro[2]. Incluso se rumorea que su abuelo materno era hijo ilegítimo del escritor romántico por excelencia, Goethe. Rosacruz[3] y autor de la legendaria obra Fausto. Personaje que tuvo que bajar a los infiernos para después salvarse, al argumentar los ángeles en pro de su redención: «A quien siempre se esfuerza con trabajo podemos rescatar y redimir»[4].

Y es que si algo caracterizó a Jung es su amor por el conocimiento, su gran imaginación y su potente motivación por desentrañar la mente humana. Su inagotable trabajo. En definitiva, su impresionante pensamiento creativo. Apoyado en su vasto dominio de la psique humana, obtenido gracias a su labor como psiquiatra, empeñado en comprender por qué se producen las enfermedades mentales[5]. Un interés ajeno a toda ansia de reconocimiento, que lo llevó a defender su postura a riesgo de ser marcado como herético. A riesgo de quedar excluido de los círculos académicos. No en vano se le llegó a calificar, de forma despectiva, como el «Mago de Zurich»[6].

Su mente abierta y el entorno en el que nació le permitieron afirmar que el alma humana es «religiosa por naturaleza»[7]. Ya que no hay que olvidar que su padre era pastor luterano y desde joven Jung sintió una honda decepción por la forma en la que afrontaba la fe su progenitor. Sentimiento al que supo aplicar otra habilidad inherente al pensamiento creativo, la analogía[8]. Lo que le condujo a impulsar, en 1933, la conformación del Círculo de Eranos. Reuniones anuales celebradas en Ascona, bello enclave radicado en Suiza, en las que participaban un gran elenco de intelectuales. Investigadores interesados en el estudio comparado de las religiones. Dispares creencias en las que detectaron idénticos símbolos para explicar los mismos conceptos[9]. Los arquetipos que nacen del inconsciente colectivo. Y que de igual modo transitaban por los sueños de los pacientes de Jung.

Inconsciente colectivo donde laten el ánima femenina y el animus masculino. Elementos que atañen a la dualidad. Pero, donde también acecha la sombra, aquello oscuro que negamos de nuestra propia personalidad[10]. Mientras, externamente nos mostramos con la máscara. Careta que nos ponemos para desempeñar el rol que nos hayamos impuesto en la sociedad[11]. No obstante, después de un ímprobo esfuerzo por conseguir el autoconocimiento, hemos de visualizar el mandala. Figura que representa la armonía que logramos cuando somos capaces de integrar nuestra parte consciente e inconsciente. El camino hacia lo que Jung llamó la «individuación»[12]. El espíritu y la materia que terminan por retornar al absoluto. Las bodas alquímicas que creaban al hombre completo.

Si bien, la creatividad de Jung se manifiesta sobre todo en su pensamiento divergente. La búsqueda de novedosas respuestas para los problemas planteados por la humanidad desde los primeros momentos. ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? Y dispuesto a hallarles solución decidió experimentar con su propia mente. De esa introspección nació su obra magistral, El Libro Rojo. Escrito entre 1914 y 1930. Texto repleto de estremecedoras ilustraciones que serán la base de sus planteamientos posteriores. Jung define dicho proceso de la siguiente forma:

Los años […] cuando perseguí mis imágenes internas fue el tiempo más importante de mi vida. Todo lo demás derivó de ahí. Esto comenzó en aquel tiempo, y los detalles posteriores apenas importan. Mi vida entera consistió en la elaboración de los contenidos del inconsciente que, rota toda contención, me inundaban y arrastraban con su enorme corriente enigmática, amenazando con romperme. Esto fue la materia prima para el trabajo de toda una vida […]. Después todo fue simplemente clasificación y reflexión externa […][13].


Carl Gustav Jung, arquetipo del pensamiento creativo –
(c) –
Ibiza Melián


NOTAS:

[1] Carl Gustav Jung. Sociedad Española de Psicología Analítica SEPA. Obtenido el 14 de mayo de 2016, de: https://www.sepanalitica.es/cgjung.html

[2] Las Heras, A. (2005). Sociedades secretas, p. 108. Buenos Aires: Editorial Albatros.

[3] Referencias históricas. Rosacruz. Obtenido el 14 de mayo de 2016, de: https://www.rosacruz.net/principal10.html

[4] Serrano Navarro, C. Goethe. Obtenido el 14 de mayo de 2016, de: https://www.unabvirtual.edu.co/descargas/revista/to14122010/art02.html

[5] Alfonzo Rodríguez, C. Carl Jung, teorías y obras. Psicostasia. Obtenido el 14 de mayo de 2016, de: https://www.psicostasia.com/nueva/psicostasia/?page_id=10

[6] Las Heras, A. (2005). Sociedades secretas, p. 111. Buenos Aires: Editorial Albatros.

[7] Afirmación hecha por la analista junguiana Aniela Jaffé en el prólogo del libro autobiográfico de Jung, Recuerdos, sueños, pensamientos. Obra Publicada en 1963.

[8] Romo Santos, Manuela (2009). Módulo 9. La creatividad: una forma de pensar, pp. 16-27. En Gabucio Cerezo, F. (Coord.), Psicología del pensamiento (Segunda edición). Barcelona: FUOC.

[9] Ortís-Osés, A. (2012). Hermenéutica de Eranos. Las estructuras simbólicas del mundo, pp. 5-12. Barcelona: Anthropos Editorial.

[10] Belart, A. (19 de marzo de 2014). Los arquetipos animus, ánima. El blog de Ascención Belart. Obtenido el 14 de mayo de 2016, de: https://ascensionbelart.wordpress.com/2014/03/19/los-arquetipos-animus-anima/

[11] Carl G. Jung: El arquetipo del personaje o la máscara. Aztlan. Escuela de Filosofía y psicología. Obtenido el 14 de mayo de 2016, de: https://www.aztlan.org.ar/articulos/articulos-sobre-carl-jung/carl-g-jung-el-arquetipo-del-personaje-o-la-mascara.html

[12] Glosario Psicología. Obtenido el 14 de mayo de 2016, de: https://glosarios.servidor-alicante.com/psicologia/individuacion

[13] El Libro Rojo de Jung. Fundación Carl Gustav Jung. Obtenido el 14 de mayo de 2016, de: https://fundacioncarlgjung.blogspot.com.es/2009/06/liber-novus-el-libro-rojo-de-jung.html

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